Por: La Redacción.
Ciudad de México., a 10 de abril del 2024.- El continente americano se ha lanzado a apoyar casi de manera unánime a México en la crisis diplomática con Ecuador. La Organización de los Estados Americanos (OEA) ha aprobado este miércoles una resolución para condenar enérgicamente el violento asalto de la policía ecuatoriana a la Embajada mexicana en Quito.
Con 29 votos a favor, una abstención y el voto en contra de Ecuador, el organismo panamericano acusó al Gobierno de Daniel Noboa de haber violado la Convención de Viena y la política de asilo. La OEA, cuya directiva ha tenido una relación distante con el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, arropó a México en el momento más tenso de la diplomacia regional en los últimos años. La iniciativa, presentada por la delegación de Colombia, también reprocha “los actos de violencia ejercidos en contra de la integridad y la dignidad del personal diplomático de la misión”.
El Consejo Permanente de la OEA no ha dado lugar al reclamo de Ecuador, representado en la sesión extraordinaria por el viceministro de Movilidad Humana del Ejecutivo de Noboa, Alejandro Dávalos. El funcionario defendió la actuación de su Gobierno como un paso necesario para evitar la “impunidad” e impedir que el exvicepresidente Jorge Glas, quien fue sacado por la fuerza de la sede diplomática, lograse “evadir la justicia”.
Ecuador ha acusado a México de provocarle con el otorgamiento del asilo al político y ha justificado la irrupción bajo la idea de que era la única vía para el “cumplimiento de las sentencias” que pesan contra quien fue el número dos de Rafael Correa, por asociación ilícita para delinquir y por cohecho, esta última de ocho años e impuesta en 2020. “Jamás protegeremos a los criminales”, ha lanzado Dávalos este miércoles en la sesión.
Las imágenes del asalto a la Embajada quedaron registradas en las cámaras de seguridad de la legación y fueron difundidas por López Obrador este martes. La grabación muestra a una docena de policías con armas largas en las manos ingresar a la sede saltando los muros y derribar la puerta de acceso.
Una vez dentro, se les puede ver maltratar y apuntar con las armas al personal diplomático mientras cuatro agentes sacan a rastras a Glas. La brutalidad de la irrupción incluso hizo cambiar la posición tibia que había mantenido Estados Unidos hacia el asalto, y este martes, el Gobierno de Joe Biden condenó lo sucedido.
López Obrador ha agradecido en varias ocasiones el masivo apoyo no solo de la región sino de todo el mundo. Y este martes, ha destacado la postura que tomó Luis Almagro, el secretario general de la OEA, pese a numerosos desencuentros que han tenido ambas figuras en el pasado. “En la OEA, aún con todo lo que significa la OEA, todos los gobiernos representados, incluso el secretario Luis Almagro, que ha tenido una actitud muy conservadora y antidemocrática, condenó el hecho, porque la verdad es injustificable, no se puede justificar lo injustificable”, ha dicho en su conferencia diaria matutina.
El presidente mexicano ha señalado además que su Gobierno presentará este jueves la demanda contra Ecuador en la Corte Internacional de Justicia. La canciller Alicia Bárcena pidió esta semana en una sesión extraordinaria de la Celac, un órgano regional mucho más cercano al Ejecutivo de López Obrador, que los países de América Latina acompañarán a México y respaldaran la denuncia en La Haya.
“La Celac tiene una gran responsabilidad y la obligación de demostrar a la comunidad internacional que los quebrantos al derecho internacional son inaceptables, pero sobre todo que tienen consecuencias”, dijo la secretaria de Exteriores.
La resolución aprobada por la OEA llama a los dos países a dialogar para resolver la disputa, al mismo tiempo que reafirma la obligación de los países de respetar “los privilegios e inmunidades de las misiones diplomáticas y del principio de inviolabilidad” de las sedes diplomáticas.
Dávalos reclamó que se condene solo las violaciones de Ecuador y no las de México que, según dice, violó la Convención de Viena al otorgar asilo a una persona condenada por delitos comunes de corrupción, un argumento que casi no ha tenido cabida en la sesión del organismo.