Por: La Redacción.
Ciudad de México., a 9 de agosto del 2022.- Científicos en China reportaron 35 casos en humanos de un nuevo virus de origen animal llamado Langya.
Los contagios ocurrieron en las provincias de Shandong y Henan, indicó un estudio publicado en la revista científica The New England Journal of Medicine el pasado 4 de agosto.
Los pacientes infectados con Langya presentaron síntomas como fiebre, cansancio, tos, falta de apetito, dolores de cabeza, dolores musculares y náuseas.
También mostraron, aunque en menor grado, una disminución de los glóbulos blancos, un bajo recuento de plaquetas, insuficiencia hepática e insuficiencia renal.
Primeras pistas
De acuerdo con el estudio, el Langya es un virus del tipo Henipavirus, los cuales se caracterizan por provocar enfermedades en humanos y en animales domésticos.
Los científicos señalan que el nuevo virus es similar al Nipah, uno de los virus más peligrosos del mundo que no tiene cura y cuya tasa de mortalidad oscila entre el 40 % y el 75 %.
Sin embargo, aclararon que los casos identificados de Langya no fueron mortales ni muy graves.
Los expertos no determinaron si es posible que se transmita de persona a persona.
Los 35 pacientes de China no tenían un contacto estrecho entre sí ni un historial de exposición común”, explicó el científico Chuang Jen-hsiang, director general adjunto de los los Centros para el Control de Enfermedades de Taiwán.
El rastreo de contactos no mostró ninguna transmisión viral entre los contactos cercanos y la familia, lo que sugiere que las infecciones humanas podrían ser esporádicas”, agregó.
En el mundo animal, el virus se detectó con mayor frecuencia en las musarañas, aunque también se hallaron anticuerpos en gatos y perros.
Además, los científicos descubrieron otros virus asociados al Nipah en murciélagos, roedores y musarañas.
Hasta hace poco, solo se conocían en el mundo dos Henipavirus peligrosos para los humanos: Nipah y Hendra, cuya infección puede ocurrir tanto de forma asintomática como en forma de una infección respiratoria grave con un desenlace fatal.
Sus portadores en la naturaleza son los murciélagos.